El impacto macro de la IA generativa: aprender de revoluciones tecnológicas anteriores
El surgimiento de la inteligencia artificial generativa (IA) está generando expectativas sobre su rápido impacto en la economía global. Se compara este avance con cinco revoluciones tecnológicas anteriores que duraron alrededor de 50 años. Aunque la IA podría implementarse más rápido, las revoluciones pasadas se retrasaron debido a adaptaciones en sociedades e instituciones más amplias, un desafío actual.
En un análisis elaborado por el economista en jefe de AXA Investment Managers (IM), David Page, se cuestiona si el impacto de revoluciones tecnológicas anteriores puede guiar el impacto de la IA en el mundo actual y se pone en relevancia la promesa de que este sorprendente avance de la humanidad puede aumentar la productividad y marcar una nueva ola de revolución tecnológica. Sin embargo, la historia advierte sobre no ver estos eventos de manera aislada, ya que la pérdida de empleos y la regulación gubernamental influirán en los resultados económicos.
“No hay más destino que el que hacemos. La IA parece ofrecer la posibilidad de un impulso material a la productividad, que puede ayudar a elevar los niveles de vida, reducir la desigualdad y beneficiar la lucha contra el cambio climático. Pero esos resultados no se dan, y hemos identificado varios desafíos que deberán abordarse para evitar que surjan resultados alternativos y menos beneficiosos”, resalta Page.
En el documento, se analiza la reciente reevaluación del impacto de la IA en la economía global, con estimaciones de McKinsey que sugieren una automatización del 70% de las tareas humanas actuales entre 2025-2028. Esto plantea desafíos y oportunidades para todas las economías.
Se espera que la IA aumente la productividad, pero también surgen preocupaciones sobre la pérdida de empleos y la adaptación de los trabajadores. Las estimaciones de aumento de la productividad varían y dependen de cómo se implemente la IA y su impacto en los mejores trabajadores.
El texto compara la IA generativa con revoluciones tecnológicas anteriores y señala que la implementación de nuevas tecnologías suele llevar tiempo debido a la necesidad de adaptar instituciones tecnológicas, económicas y sociales. Se describen cinco fases típicas en cada revolución tecnológica, desde la irrupción hasta la madurez, influenciadas por el capital financiero y los cambios en los valores reales y financieros.
Page plantea que una inminente revolución tecnológica impulsada por la IA se compara con otros momentos en la historia de la humanidad, cuyos impactos pueden entenderse en varias dimensiones:
- Impacto geográfico histórico. Las revoluciones tecnológicas anteriores tuvieron epicentros geográficos específicos, pero la revolución de la IA podría ser más global.
- Inversión. Los capitales destinados a esta tecnología ha aumentado significativamente en los últimos años, lo que sugiere que la IA podría estar en una fase de irrupción.
- Automatización y empleo. Se discute cómo la IA podría automatizar una variedad de trabajos, incluidos algunos que requieren una educación más alta, lo que podría cambiar la dinámica laboral.
- Consecuencias económicas preliminares. Se plantea la posibilidad de un impacto significativo en variables macroeconómicas como el crecimiento, la inflación, el desempleo y las tasas de interés debido a la llegada de la IA.
- Crecimiento económico. Se sugiere que la IA podría impulsar el crecimiento económico, pero también se advierte sobre la incertidumbre y los desafíos relacionados con la velocidad de implementación y la distribución de beneficios.
- Tasas de interés. Se discute cómo la IA podría influir en las tasas de interés, en particular, la tasa neutral, debido a cambios en la productividad y la inversión.
- Desafíos y decisiones institucionales. Se enfatiza que el impacto de la IA dependerá en gran medida de las decisiones institucionales y regulatorias que se tomen a nivel global y nacional.
En general, el texto destaca la importancia de abordar los desafíos y tomar decisiones adecuadas para aprovechar el potencial de la IA en beneficio de la sociedad y la economía, pero también señala los riesgos y las incertidumbres asociados con esta nueva revolución tecnológica.
El economista de AXA IM resalta que es difícil hacer predicciones precisas y rápidas sobre los resultados económicos de una determinada revolución tecnológica, con lo que si la IA promete ganancias materiales en productividad, además de un shock de oferta positivo que debería estar asociado con un crecimiento más rápido y una menor inflación.
“Sin embargo, advertimos que no se deben considerar las perspectivas de forma aislada. Históricamente, el contexto económico e institucional ha demostrado ser importante para determinar si estas dinámicas emergen de manera consistente durante la implementación de la ola tecnológica –evitando otra gran depresión– o en absoluto, en el caso de la revolución digital”, destaca.
Disclaimer