Tecnologías clave para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad - guía del inversor

• Las innovaciones en energía inteligente, energías renovables, sistemas de almacenamiento de energía en baterías y agrotecnología están ayudando a impulsar el avance hacia los objetivos climáticos mundiales
• El entorno positivo de la dinámica de consumo y las políticas gubernamentales son muy favorables para el crecimiento de las energías limpias
• Este entorno ayudará a aquellas empresas que ofrecen herramientas revolucionarias, creando así muchas oportunidades de inversión

A pesar de los progresos que se están realizando en la lucha contra el calentamiento global, está claro que todavía hay que intensificar de manera radical el ritmo y la escala de estos esfuerzos, especialmente si se tienen en cuenta las últimas noticias.

La Organización Meteorológica Mundial publicó un duro informe en el que afirma que existe una probabilidad del 66% de que las temperaturas mundiales superen el umbral de calentamiento global de 1,5°C establecido en el acuerdo climático de París durante al menos un año entre ahora y 2027. También concluyó que existe un 98% de probabilidades de que el mundo bata nuevos récords anuales de temperaturas en los próximos cinco años.¹

Del mismo modo, la biodiversidad de la Tierra se está deteriorando a un ritmo alarmante, causando daños no solo al mundo natural, sino también al conjunto de la sociedad y a la economía mundial, la cual depende de ella a menudo como un recurso que utilizan directamente tanto las personas como las empresas.

En 2022, se perdieron unos 4,1 millones de hectáreas de bosques primarios tropicales, un 10% más que en 2021. Esto supuso 2,7 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale a las emisiones anuales de combustibles fósiles de la India.²

Evidentemente, el cambio climático es uno de los principales causantes de la pérdida de biodiversidad. La destrucción de los ecosistemas debilita la capacidad de la naturaleza para regular las emisiones de gases de efecto invernadero y protegerse contra condiciones climáticas extremas.

Dado que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad están tan inextricablemente unidos, estos dos problemas deben abordarse de manera conjunta. El consumo, la generación de energía y el uso de la tierra no pueden continuar de la forma insostenible en que lo han hecho.

Innovación y legislación

Afortunadamente, la innovación en ingeniería y tecnología digital está ayudando a avanzar hacia los objetivos climáticos mundiales. Además, la dinámica del consumo y las políticas gubernamentales están ayudando a estimular el desarrollo de tecnologías capaces de tener un impacto. Por ejemplo, la aprobación en EE. UU. de la ley de reducción de la inflación (IRA, por sus siglas en inglés) en agosto de 2022 debería dar lugar a una nueva ola de crecimiento e innovación y ayudar en cierto modo al sector privado y a los inversores a descarbonizar la energía, el transporte, la agricultura y otros sectores con gran intensidad de emisiones.

La legislación ha destinado miles de millones a nuevos gastos y beneficios fiscales diseñados para aumentar la inversión en energías limpias, reducir los costes sanitarios e incrementar los ingresos fiscales. En general, unos 43.000 millones de dólares en créditos fiscales de la IRA tratarán de reducir las emisiones haciendo que los vehículos eléctricos (VE), los electrodomésticos de bajo consumo, los paneles solares de los tejados y las baterías domésticas sean más asequibles.³  Europa respondió con su propio Plan Industrial del Pacto Verde con el objetivo de crear un entorno más favorable para ampliar la capacidad de fabricación de tecnologías y productos con cero emisiones netas de la Unión Europea.

Creemos que este telón de fondo debería impulsar los beneficios de las empresas que ofrezcan herramientas revolucionarias que garanticen una adopción generalizada, lo que creará oportunidades para las carteras si los inversores pueden seguir de cerca algunas de las áreas clave en las que este impacto puede ser mayor.

Además de proteger el planeta en sí, una mayor sostenibilidad implica un crecimiento económico futuro más sostenible. Algo que, a nuestro entender, depende de la tecnología. A continuación, destacamos algunos de los avances tecnológicos más interesantes que buscan asegurar un futuro con cero emisiones netas.

Transporte con bajas emisiones de carbono

A nivel mundial, la combinación de un sólido apoyo político en mercados clave, una oleada de lanzamientos de nuevos productos y la innovación tecnológica constante favorecen la rápida adopción de los vehículos eléctricos. Abandonar los motores de combustión es fundamental, ya que los turismos son el principal causante de emisiones de carbono del sector del transporte, con un 39%.⁴  Afortunadamente, muchos de los principales fabricantes de automóviles están tomando nota. Por ejemplo, Ford y Jaguar Land Rover se han comprometido a tener gamas totalmente eléctricas en la próxima década.⁵

El apetito de los consumidores por los VE se acelera. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en 2022 se vendieron más de 10 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo y se espera que las ventas crezcan otro 35% este año, lo que representa el 18% del mercado mundial del automóvil. La AIE espera que los VE representen el 60% del total de ventas de automóviles nuevos en China, Europa y EE. UU. de aquí a 2030, lo que contribuirá a evitar la necesidad de hasta cinco millones de barriles de petróleo por día.⁶   Por otro lado, hay otro estudio que prevé que los ingresos procedentes de las ventas de vehículos eléctricos a escala mundial alcancen una tasa de crecimiento anual del 10,07% entre 2023 y 2028.⁷

Además, toda la cadena de suministro de VE debería beneficiarse de un aumento de la tasa de adopción en los próximos años: baterías que duran más, estaciones de carga privadas y públicas, semiconductores que pueden reducir al mínimo la pérdida de energía y respaldar el rendimiento, etc.

El rendimiento y la longevidad de las baterías suelen ser obstáculos para los VE. De manera general, los vehículos tienen una autonomía de entre 160 y 480 kilómetros, dependiendo del modelo, antes de que sea necesario recargarlos. Sin embargo, los especialistas como el grupo chino CATL y el grupo coreano Samsung SDI son pioneros de esta tecnología.⁸  . Este último grupo está desarrollando actualmente una batería de estado sólido de alta capacidad que permite que un VE tenga una autonomía mucho mayor con una sola carga y espera comercializar pronto este descubrimiento, lo que podría suponer un cambio revolucionario para el sector,⁹  ya que, hace tan solo unos años, esto parecía poco realista.

Energía inteligente y energías renovables

Ante el número de compromisos gubernamentales para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas en las próximas tres décadas, el mundo tendría que triplicar o cuadruplicar sus capacidades de energía renovable. Afortunadamente, los costes de las energías renovables están disminuyendo con respecto a los combustibles fósiles y creemos que el telón de fondo para el crecimiento de la energía limpia (esto es, eólica, solar y baterías) es muy positivo.

A nuestro parecer, el crecimiento de ambas tecnologías se verá impulsado por su economía, que ya era atractiva de por sí, incluida la continua mejora de la eficiencia y la tecnología, y el probable apoyo político continuo de los gobiernos.

BloombergNEF espera que las instalaciones eólicas anuales aumenten alrededor de un 50% entre 2022 y 2030, mientras que la energía solar debería crecer todavía más, en torno al 85%.¹⁰

En lo que a la energía solar se refiere, un análisis valoró el tamaño del mercado mundial en 197.200 millones de dólares en 2021 y prevé que crezca a unos 368.600 millones de dólares para 2030, una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,2%.¹¹

Entre los líderes en este ámbito se encuentra First Solar, el mayor fabricante de paneles fotovoltaicos de uso comercial del hemisferio occidental, que ha desarrollado una tecnología que permite aumentar el rendimiento energético de sus paneles solares.¹²  También hay especialistas en el sector solar residencial, como Enphase, que utiliza microinversores de vanguardia para transformar la luz solar en electricidad de forma más eficiente a escala doméstica.¹³

En definitiva, el objetivo a largo plazo será ver que los hogares y las empresas se vuelven independientes de la red eléctrica tradicional. En la actualidad, aunque la penetración en el mercado es baja, la energía solar es la energía renovable más barata y, como tal, el potencial de crecimiento es considerable.

La solución de almacenamiento

Al alejarnos de la generación de energía basada en la quema de carbón y gas y al adoptar fuentes de energía renovables, básicamente nos encontramos ante una transición de la red. No obstante, el viento y el sol son fuentes de energía intermitentes, pues no es posible controlar cuándo se activan y cuándo se desactivan. Por lo tanto, necesitamos almacenamiento a gran escala para compensar esto. Aquí es donde los sistemas de almacenamiento de energía con baterías (BESS, por sus siglas en inglés) ofrecen una solución atractiva y las empresas que trabajan en esta tecnología, como NextEra Energy y Sungrow, están creciendo a medida que bajan los precios del hardware.

Según la consultora McKinsey, en 2022 se invirtieron más de 5.000 millones de dólares en BESS, casi tres veces más que 2021. Esta consultora espera que el mercado mundial de BESS alcance para 2030 entre 120.000 millones y 150.000 millones de dólares, más del doble de su tamaño actual, y que los BESS de uso comercial, que ya representan la mayor parte de la nueva capacidad anual, crecerán en torno a un 29% anual hasta 2030.¹⁴

Agricultura y gestión de residuos

Las empresas están desarrollando productos destinados a tener un impacto positivo en la preservación de la biodiversidad (y el medioambiente en general), especialmente en los sectores de la agricultura, la gestión de residuos y los materiales sostenibles.

La tecnología agrícola (o «agrotecnología») describe el uso de la tecnología en todo el sector agrícola, desde la horticultura hasta la acuicultura, con el objetivo de mejorar los rendimientos de los cultivos, el rendimiento agrícola y aumentar la rentabilidad de manera respetuosa con el clima y la biodiversidad.

El mercado está creciendo rápidamente: el mercado agrotecnológico mundial se valoró en más de 22.000 millones de dólares en 2022 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 13,1% entre 2022 y 2032. De manera general, se espera que el sector alcance 75.800 millones de dólares para 2032.¹⁵

La tecnología abarca la genética, el big data, el aprendizaje automático e incluso la inteligencia artificial (IA). Por ejemplo, la empresa británica de genética animal Genus se dedica a la cría selectiva de ganado porcino y vacuno, lo que permite producir carne y leche de buena calidad de manera más eficiente y sostenible. El grupo también está utilizando la edición genética para ayudar a aumentar la resistencia a las costosas enfermedades de los animales de granja, como el síndrome disgenésico y respiratorio porcino.

Por otro lado, el grupo estadounidense Valmont se dedica al riego de precisión, donde los sensores buscan signos de sequía o estrés térmico en el suelo; el gigante estadounidense John Deere ha desarrollado su sistema See & Spray que, a través de la visión mediante ordenador y el aprendizaje automático ataca específicamente a las malas hierbas de los cultivos de maíz, soja y algodón.

La IA también se ha convertido en una herramienta potencialmente crucial para optimizar la identificación y el procesamiento de materiales reciclables con grandes incrementos posibles de la productividad que podrían beneficiar a los inversores. Por ejemplo, el grupo noruego Tomra ofrece sistemas avanzados de recolección y clasificación, así como de procesamiento de alimentos, mediante el uso de tecnología de clasificación y calificación basada en sensores que utiliza el aprendizaje profundo, una rama de la IA.

El grupo estadounidense Li-Cycle recicla baterías de ion-litio que se utilizan en los vehículos eléctricos y en los sistemas de almacenamiento de energía con baterías, y debería verse beneficiado por la tendencia de relocalización en EE. UU. Ha habido grandes interrogantes en torno a la circularidad y la reciclabilidad de las baterías, pero esta empresa está proporcionando una solución al recuperar materiales críticos, como cobalto y níquel, de todo tipo de baterías de ion-litio y reintroducirlos en la cadena de suministro.

El siguiente gran acontecimiento

A medida que vaya pasando el tiempo, las tecnologías irán evolucionando. Tal vez la auténtica revolución tecnológica para el clima siga pendiente. Se están realizando avances interesantes en varias áreas, como el combustible de aviación sostenible (a partir del aceite para cocinar, los residuos municipales o la biomasa leñosa) y la captura y almacenamiento de carbono (CAC), la cual captura el CO₂ antes de su emisión a la atmósfera. La mayor parte de empresas de CAC siguen siendo pequeñas, pero algunas, como la empresa noruega Aker, han cotizado en las bolsas de valores, y otras ya forman parte de un grupo más grande o es probable que sean compradas si pueden probar su eficacia.

Entonces, existe una tecnología de captura directa de aire que extrae directamente el CO₂ de la atmósfera en cualquier lugar. Otro aspecto interesante es el acero verde, el acero fabricado mediante un proceso que emite menos gases de efecto invernadero que la producción de acero convencional, a menudo mediante el uso de hidrógeno verde en lugar de combustibles fósiles. Esto podría ayudar a lograr la reducción del 50% de las emisiones de la producción de acero necesarias para 2050, aunque todavía está lejos de implantarse a una escala considerable. Sin embargo, toda esta tecnología es fundamental para alcanzar las cero emisiones netas.

Al mismo tiempo, las tecnologías analíticas y el big data están incrementando nuestra comprensión de las formas complejas y multifacéticas en las que se está dañando la biodiversidad y nos ayudan a orientarnos para estructurar mejor nuestra respuesta.

En definitiva, no habrá una única solución milagrosa, sino varias soluciones que realmente combatirán el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Creemos que todos los esfuerzos que puedan mejorar los procesos, la eficiencia, el diseño y la construcción en todos los sectores se sumarán a los esfuerzos de reducción del CO₂ y, a su vez, crearán nuevas oportunidades potenciales de inversión. 

Las referencias a empresas se realizan exclusivamente a título ilustrativo y no deben considerarse recomendaciones de inversión.